Sección EL MUNDO EN CUESTIÓN

26º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata - 2011

EL MUNDO EN CUESTIÓN 

Lejos ya del triunfalista concepto del “fin de la historia”, una serie de reclamos y revueltas, en ocasiones de cruentas consecuencias, nos señalan que estamos lejos de transitar un apático mundo globalizado, en donde los datos de la miseria, desocupación, discriminación, mortalidad creciente, desequilibrio ecológico, conflictos bélicos, la mayor pobreza de continentes enteros, etc., resulten de segundo orden.

Ante la generalizada convicción de que no hay sociedades que puedan prosperar por fuera de las reglas del actual sistema-mundo*, hacen eclosión los síntomas de agotamiento de regímenes políticos (por ej. la “primavera árabe”) desestabilizados por los reclamos de la ciudadanía por libertades democráticas, cambios políticos, económicos y sociales. Tal como antes ocurriera con los países del Este europeo constitutivos de la ex URSS, ahora es dentro del mundo árabe donde Occidente renueva la utopía de una sociedad democrática... pero que resulta prontamente vaciada, inmersa en su propia crisis económica y de representación.

¿Es esta realidad tema de inspiración para los cineastas? ¿Sigue siendo el cine -frente a las nuevas tecnologías audiovisuales- el medio adecuado para expresar y reflexionar sobre el devenir de los tiempos actuales?

Con sus films, los cineastas comprometidos a testimoniar los acontecimientos que los movilizan, continúan expresándose a través de este lenguaje y enfrentando los desafíos de esta época.

Hallamos en sus películas la forma de abordar la complejidad e inmediatez de los acontecimientos ya sea a través de trabajos colectivos o individuales. De todos modos no reconocemos en ellos un tono auspicioso, como en el caso de los países árabes, dado las contradicciones que se vislumbran. Las desigualdades sociales no parecen tener una rápida solución frente al nuevo escenario, las libertades democráticas no se conceden, deben ser conquistadas.

Frente a las tendencias homogeneizadoras de mercancías, símbolos y modas, de la que no escapa la propia actividad cinematográfica, los tiempos que corren se desenvuelven bajo el signo de la resistencia cultural.  

En ese sentido es notable el proyecto encarado por la directora y activista Iara Lee en recorrer países de América, África, Medio Oriente, Asia, registrando distintos conflictos sociales, donde la apuesta a la construcción activa de la resistencia mediante la cultura, constituye una de las respuestas a la violencia generada por guerras, odios raciales, violencia de género y exclusión social.

A su vez la directora chilena Elena Varela construye su film Newen Mapuche comprometiéndose abiertamente con la causa del pueblo Mapuche y sufriendo por ello consecuencias personales. La lucha del pueblo Mapuche por su tierra cuestiona las bases de la expansión espacial del capitalismo en su afán de conquista y la transformación de la tierra y sus riquezas en una relación de apropiación en términos de valor económico. La defensa de los mapuches de sus tierras ancestrales significa entonces la resistencia de una cultura ante quienes pretenden mantener la hegemonía del poder económico y cultural, a costa de la supervivencia de pueblos que no comparten los mismos idearios e intereses.

La alternativa entre alta y baja cultura que caracterizó a la modernidad tiende a ser reemplazada por la distancia entre quienes conservan la capacidad de instalarse en un tiempo histórico sustentado en la memoria de experiencias y culturas históricas, y quienes se adaptan al vértigo consumista de un presente continuo que acicatea los deseos más primarios del individuo a través de objetos y modas, rápidamente obsolescentes.

El cine, con sus particulares características de registro y vinculación con la realidad, ya sea dentro del campo de la ficción o del documental, aún parece conservar un papel significativo dentro de la construcción de la memoria histórica. Es por ello que esta breve selección pretende servir como caja de resonancia de acontecimientos que parecen lejanos pero que nos involucran como integrantes de la aldea global.

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* Concepto desarrollado por Immanuel Wallerstein

redacción y programación:

Ernesto Flomenbaum

Pastora Campos