Sección MARCO FERRERI

25º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata - 2010

MARCO FERRERI, EL GOCE INSURGENTE 

“Pienso que él es moderno. De hecho, más que moderno”

Marcello Mastroianni

Variados han sido los calificativos para describir el cine de Marco Ferreri. Entre los más frecuentes: irónico, satírico, grotesco, divertido, irreverente, perturbador, despiadado, anticonformista, agresivo, cáustico, subversivo de los valores e instituciones burguesas y religiosas. Pero no son estas características las que nos estimulan a presentar hoy una pequeña muestra de su extensa obra, si bien no nos faltarían motivos para dejarnos llevar por ellas.

Fundamentalmente fue un realizador lúcido que se anticipó a su época, y resulta un desafío poder reconocer cuánto de válido persiste hoy por hoy en su obra, y cuánto puede llegar a incomodarnos aún su mirada crítica, la que nos desafía estética e ideológicamente. Pues tampoco la manera de hacer cine quedó a salvo de su temperamento anárquico sin concesiones.

La alienación del hombre moderno, la sexualidad y los vínculos entre los sexos, las dificultades, frustraciones y tabúes que pesan sobre el individuo, los fetiches, el consumismo, la crisis del hombre y la sociedad capitalista, la religión, la muerte, son todos temas que desfilaron bajo su visión incisiva e impiadosa, generando reacciones encontradas por lo agresivo e impactante de su tratamiento visceral y desprejuiciado.

Pero, por sobre todas las cosas, quien expresara: “Considero que un director es un industrial, que ha organizado lo suyo como un negocio. Ha de tener el valor de hacerlo así. Las dificultades que se le plantean no son otras ni mayores de las que sufre un señor que hace zapatos, que fabrica coches o lavarropas. (...) Estamos poetizando algo que es común a toda la gente que tiene negocios. Parece como si el director de cine fuese un pobre mártir… Esa es una imagen falsa.”

Y agregaba sobre los festivales: “En mi opinión los festivales no tienen ninguna importancia. Si un film obtiene un galardón, es posible que su director se afiance un poco, pero en el fondo, para lo único que sirve es para tranquilizar la mala conciencia de la gente. Personalmente pienso que los festivales son inútiles y, desde luego, estúpidos”, nos interpela incluso en nuestro propio terreno, comprometiéndonos a una permanente reflexión sobre nuestro quehacer, incitándonos a sacudirnos la pereza mental y el conformismo.

redacción y programación:

Pastora Campos

Ernesto Flomenbaum